Resulta complicado hablar de la música oriental como algo general, ya
que, igual que hay religiones y culturas variadas, también hay
manifestaciones musicales muy distintas. Pese a esto, podemos hablar de
rasgos comunes que la diferencian de la occidental de forma clara.
Gran parte de las formas musicales orientales surgen a partir de los
textos sagrados y el sonido alcanza una cierta dimensión “espiritual”. Además, mientras que en la música occidental encontramos armonía, la oriental sólo tiene melodías. Esto es debido a que hay distancias entre sonidos menores a un semitono, lo que dificulta la formación de acordes. Lo más parecido a la armonía que encontramos es la polifonía y la heterofonía (ejecución simultánea de diferentes versiones de una misma melodía).
La música china se forma a partir de cinco sonidos, es decir, una escala pentatónica. Varios tipos de escalas pentatónicas son utilizadas por
otras culturas, como la música andina y escocesa. El jazz, el pop y
el rock actuales también utilizan este tipo de sucesión de notas. En cambio, en la música india la escala más común
es La-Si-Do#-Re-Mi-Fa-Sol, la cual puede ser armonizada en una progresión
de acordes, que han sido usados en la música moderna en temas como
“Ten Years Gone” de la
banda británica Led Zeppelín.
En cuanto a instrumentos, encontramos que tienen un sonido muy característico. Algunos ejemplos son las cítaras, el sitar,
el koto (uno de los instrumentos más antiguos de Japón) o el erhu. Los de cuerda darán lugar, en gran medida, a la familia de cuerda frotada actual (violines, violas, chellos y contrabajos).
Los
timbres vocales característicos incluyen el canto de “falsete” y otras técnicas como
los glisandos, vibratos y melismas, que modifican la voz, alejándola de la voz natural occidental.
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La música oriental también aparece muy ligada a la danza. |
Podemos ver influencias de lo oriental en occidente, sin ir más lejos, en la música española, principalmente por su relación con al-Ándalus . Un ejemplo de ello es
El Albaicín, de la Suite Iberia de Albéniz. Otro artista es
Jordi Savall, un violagambista, director de orquesta y musicólogo español, especializado en música antigua.
Fuera de España, uno de los músicos que mejor ha integrado la música de Oriente en sus composiciones es Puccini. En óperas como Madame Butterfly o
Turandot los toques orientales están perfectamente integrados en la obra.
Podríamos decir que, en general, toda la música europea del siglo XIX (Romanticismo) y principios del XX tiene cierta inlfuencia asiática debido al exotismo que se buscaba en la época. Descatan compositores franceses como Debussy
(Cello Sonata), Messiaen, Roussel (la ópera
Padmavati) o Boulez, ya que fue en Francia donde lo chino y japonés empezó a estar de moda. Otro ejemplo son los
Temas Hindúes de Maurice Delage (pupilo de Ravel), que fue influído por sus viajes a Asia, especialente a la India.