Haciendo un paréntesis en el recorrido histórico de la música, me gustaría hablar del papel de la mujer en la música. Hay pocas mujeres conocidas en este ámbito, al igual que en muchos otros, debido al sistema patriarcal vigente durante toda historia, pero por fortuna poco a poco las mujeres se van abriendo paso en este mundo. A continuación voy a hablar brevemente de algunas de las figuras más importantes, ya que pienso que no se valora lo suficiente a las mujeres en este ámbito y todas debemos luchar porque esto cambie.
Hildegardt von Bingen fue una de las eruditas más importantes de la Edad Media. Se trata de una
abadesa alemana que dedicó su vida al arte, la ciencia y la música. Es considerada por los especialistas actuales como una de las personalidades más fascinantes y polifacéticas del Occidente europeo.
Barbara Strozzi fue una cantante y compositora italiana del Barroco. La gran mayoría de sus trabajos son cantatas para soprano solista y bajo continuo,
por lo que es posible que fueran escritas para ser interpretadas
por ella misma. Su música está profundamente ligada con la técnica
denominada Seconda prattica, cuyo principal ejemplo es la obra de Claudio Monteverdi. Por otra parte, sus trabajos presentan mayor énfasis lírico que otros de sus contemporáneos.
Maria Anna Mozart y Clara Schumann son algunos ejemplos de mujeres que fueron silenciadas y pasaron desapercibidas por tener a su lado a hombres músicos, cuando en muchos casos ellas fueron igual o más talentosas.
Maria Anna Mozart fue una niña prodigio como su hermano. Ambos fueron exhibidos por su ambicioso
padre por las cortes de Viena y París. Mientras él continuó con su
carrera musical, Maria Anna tuvo que abandonarla por imposiciones sociales, su papel de madre y
esposa. Podría haber iniciado su carrera como compositora y hubo quienes afirmaron que era más capacitada para la música que su hermano, pero nunca se conoció ninguna pieza musical suya.
Clara Schumann fue una destacada pianista y compositora alemana a la que el público europeo equiparó al nivel de Franz Liszt. Tuvo una educación musical muy completa y estricta desde pequeña, lo que le llevó a ser una gran virtuosa. Fue una mujer inteligente y luchadora, superó con dignidad muchas
tragedias personales como la separación de sus padres, la muerte de
cuatro de sus ocho hijos y el intento de suicidio de su marido.
En cuanto a músicas relevantes descan figuras como la de Alicia Larrocha, pianista española reconocida como la de mayor proyección internacional y una de las mejores intérpretes de piano del siglo XX, o la de Jaqueline du Pré, violonchelista británica que ha pasado a la historia por su interpretación del concierto de Elgar.