Segundo Nacionalismo y Generación del 27

El segundo nacionalismo o Generación del 98 se da a principios del siglo XX siguiendo el legado de Granados y Albéniz. Su mayor representante es Falla, aunque también destacan otros como Turina o Esplá. La Generación del 27 está enormemente relacionada con el movimiento literario homónimo, habiendo una gran relación entre sus componentes. Sus influencias son Falla, Ravel, las vanguardias y el el neoclasicismo. Fue un movimiento marcado por el estallido de la Guerra Civil, que rompió su desarrollo por completo.
Esta es mi presentación con la información  resumida a cerca de estos dos movimientos y algunos vídeos:

Igor Stravinski: La consagración de la primavera

Esta obra es uno de los mejores ejmplos de la música moderna de concierto y el neoclasicismo de principios del siglo pasado.

Según palabrasdel propio compositor en tema de la obra fue descrito del siguiente modo: "Vi en mi imaginación un solemne rito pagano:lo ancianos sabios, sentados en círiculo, contemplaban a una joven que bailaba hasta caer muerta. La sacrificaban para contentar al Dios de la primavera".

La Introducción comienza con un solo de fagot, al que se van uniendo el resto de solistas de viento madera para crear así la sensación del despertar de la naturaleza. En la Danza de los adolescentes priman los acorddes disonantes, y, al igual que en toda la obra, tiene gran importancia el ritmo por ser imprevisible y variado, desplazando los acentos naturales.

 Este vídeo contiene fragmentos de todos los pasajes, explicándo el argumento de forma breve.

Claude Debussy, Nocturnos.

Debussy esel principal representante de la corriente impresionista (finales del XIX y principios del XX). Una de sus obras más relevantes son los Nocturnos(1899), música instrumental sinfónica en la que se tratan de representar un paisajes (Nubes), un cortejo (Fiestas) o el mar (Sirenas).

Para dar nombre a estas piezas, el compositor se isnpiró en las pinturas atmosféricas de Whistler, tomando así contacto con las artes plásticas.












En la pieza Nubes Debussy trata de representar melancolía mediante una orquesta fragmentada, ya que nunca se oyen todos los instrumentos a la vez. En los primeros compases apreciamos el motivo principal que da unidad a la obra de mano de clarinetes y fagot. La obra sigue el esquema A-B-A, siendo la repetición de A un recuerdo borroso del primer tema.

 

Isaac Albéniz: Suite española op. 47

Albéniz es un compositor que se encuadra dentro del florecimiento de los nacionalismos a finales del siglo XIX. Entre sus obras destaca la Suite española (1886), que se compone de ocho piezas para piano, evocando cada una de ellas a una región española. Así, observamos un marcado carácter nacionalista.

Algunas de estas piezas son de gran dificultad y están llenas de giros andaluces y orientales, dando lugar a una música muy brillante.

En la pieza nº 3, Sevilla, su ritmo inspirado en las sevillanas retrata a la perfección esta región, mientras que en piezas como Asturias (nº 5), la música resulta más alejada. El esquema que sigue esta pieza es de A (1:33), B (1:44), A (5:10) y una parte final.

La obra de Enrique Granados

Granados fue uno de los máximos exponentes dela primera generación de músicos nacionalistas españoles junto con Pedrell, Albéniz o Saraste.

Nacido en Lleida (1844), pianista y director de orquesta, compuso, al igual que Isaac Albéniz, basicamente para piano. En sus composiciones es evidente la herencia del Romanticismo, pero también podemos apreciar la influencia de Debussy. 

Una de sus obras más características es la suite Goyescas, a partir de la cual más tarde compuso una ópera en dos actos que estreno en el Metropolitan de Nueva York el mismo ano de su muerte. Está inspirada en el Madrid ochocentista de Goya y de Ramón de la Cruz. 

Compuso también para piano sus famosas Danzas españolas, que son impresiones de paisajes españoles en las que recoge algunas danzas regionales de Espana. Encontramos también sus Tonadillsias para canto y piano, en un intento de dar nueva vida a la canción española. 

Granados tenía un temperamento profundamente romántico y melancólico, que se manifiesta en sus

obras para piano Escenas románticas, Valses poéticos, Valses de amor y Escenas poéticas.
Para piano, coro y organo compuso El canto de las estrellas y para canto y piano Canciones amatorias.